Clara Mabel por Natalia Revale

Palabras sobre Clara Mabel

Hace unos días me encontré con Javier Gramuglia para recibir mi ejemplar de “Clara Mabel”. Me decía que me había llegado tarde -el libro salió de imprenta en el verano- y que era uno de sus pendientes. Pensaba en esas palabras en relación al tiempo, y que lo único que llegó tarde fue la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que nos hubiera allanado el camino a miles de mujeres que, a la hora de decidir sobre nuestros cuerpos, nos cayeron estigmas, inseguridades, condiciones insalubres para nuestra salud, y también, y de forma irreversible, las muertes.

Pasó también mucho tiempo para que Javier pudiera materializar en este libro sus sentires, luego de conocer que Clara Mabel, su mamá, había perdido la vida tras una infección cuando decidió interrumpir su tercer embarazo en una clínica clandestina en 1989. 

Abrir un libro álbum, un álbum de fotos familiar, es ingresar en esa intimidad que puede ilustrarnos recuerdos de toda índole, ayudar a construir un posible relato de nuestra historia, pero también abre muchas preguntas, sobre las formas, los formatos, los vacíos, los saltos de página.

Cada hoja de este exquisito libro, tiene el cuidado amoroso que puede sentirse en su relación con Clara Mabel.

Nos descubre quién era: mujer, compañera, trabajadora, madre, con mandatos, con deseos, con disfrutes, con dolores, con secuelas, con risas, atenta, abriendo una puerta, en la página uno de esta historia.

No faltan las texturas, los momentos velados, las pequeñas correspondencias manuscritas, los bordes redondeados de las copias fotográficas, los detalles que dan cuenta de un tiempo, de una generación, de una forma de ser y estar, de contarnos, en esa intimidad del seno familiar como calco de una sociedad (multiplicada) que sigue teniendo pendientes pero que la organización y la lucha del movimiento feminista ha dejado ya marcas irreversibles en esta historia que seguimos escribiendo.

Un pequeño jardín se va asomando en las últimas páginas, una paleta de verdes, con matices de rojos intensos, con un verde pleno que es el cierre de este libro objeto, libro albúm, que suspira, respira, abraza y nos devuelve un poco de todas las vidas que revolotean y nos hacen cosquillas con sus alas.

Natalia Revale, 11 de julio de 2021